con nosotros
¿Conducir bajo la influencia... de alergias?
Las alergias y su tratamiento pueden afectar la capacidad de manejo, nublando la concentración y retrasando las reacciones en momentos donde cada segundo cuenta.
Se ha demostrado que prescribir un antihistaminico sedante para las alergias podría incluso generar accidentes mortales, ya que reducen el tiempo de reacción y el nivel de atención, dos factores críticos para una conducción segura.1 Aunque los antihistamínicos de primera generación son bien conocidos por causar somnolencia y afectar el rendimiento psicomotor, estudios recientes demuestran que varios antihistamínicos de segunda generación aún pueden cruzar la barrera hematoencefálica, impactando la función cognitiva.2,3
El tiempo de reacción fue significativamente mayor (p<0,05) con prometazina 30 mg frente a Allegra 360 mgb 4

No todos los antihistamínicos de segunda generación son iguales, y la diferencia puede ser crítica.
Algunos antihistamínicos denominados “no sedantes” pueden atravesar la barrera hematoencefálica hasta en un 26 %, afectando la función cognitiva en personas que necesitan mantenerse alertas.3 En cambio, los antihistamínicos sin impacto cerebral no alteran la cognición, incluso a dosis 2 o 3 veces mayores.4 Elegir el antihistamínico adecuado puede ser la diferencia entre un conductor plenamente consciente y un peligro en la carretera.5,6
Históricamente, los antihistamínicos de segunda generación fueron etiquetados como “no sedantes”. Sin embargo, “no sedante” no significa ausencia del deterioro cognitivo. Estar despierto no es suficiente: los conductores necesitan estar completamente lúcidos, ya que errores sutiles pueden desencadenar accidentes fatales.
Los médicos podemos marcar la diferencia
En nuestra práctica médica, buscamos prevenir y tratar condiciones que sean reversibles y evitables. Comprender las diferencias clave entre los antihistamínicos de segunda generación nos da la oportunidad de actuar y proteger vidas.
No todos los antihistamínicos de segunda generación fueron creados de la misma forma, y elegir uno con 0% interferencia cerebral es esencial.3-6
Únase junto a nosotros a DADD – el movimiento de Médicos Contra la Conducción Somnolienta y forme parte de una comunidad creciente de profesionales comprometidos con generar conciencia sobre el impacto de las alergias y su tratamiento en la seguridad vial.
La próxima vez que recete o recomiende un antihistamínico, elija uno que no afecte la función cognitiva. Mantener a sus pacientes alerta en la carretera puede salvar vidas.
References :
1. Tefft, BC. (2024). Drowsy Driving in Fatal Crashes, United States, 2017–2021 (Research Brief). Washington, D.C.: AAA Foundation for Traffic Safety.
2. Witek, TJ Jr, et al. Characterization of daytime sleepiness and psychomotor performance following H1 receptor antagonists. Annals of allergy, asthma & immunology: official publication of the American College of Allergy, Asthma, & Immunology. 1995;74:419-26.
3. Ansotegui IJ, et al. Why fexofenadine is considered as a truly non-sedating antihistamine with no brain penetration: a systematic review. Current medical research and opinion. 2024;40:1297-1309.
4. Hindmarch I. CNS effects of antihistamines: is there a third generation of non-sedative drugs? Clinical Experimental Allergy Reviews. 2002;2:26–31.
5. Kawauchi H, et al. Antihistamines for Allergic Rhinitis Treatment from the Viewpoint of Nonsedative Properties. International journal of molecular sciences. 2019;20:213.
6. Danagoulian S, Deza M. Driving under the influence of allergies: the effect of seasonal pollen on traffic fatalities. Journal of Health Economics. 2025;99:102945.
Informacion destinada a los profesionales facultados para prescribir o dispensar medicamentos, mayor informacion disponible a peticion.